Abril en Octubre

Como todos ustedes saben, mi cumpleaños es en abril.
Sin embargo, nací un treinta y uno de octubre, allá por el año 84, te estoy hablando del siglo pasado.
Es por eso que también celebro el aniversario de mi nacimiento este martes.
Y los invito a festejarlo conmigo.
Con esta postal que Klee le hizo a Kandinsky para su cumpleaños.

Maldición, va a ser un día hermoso...

Me voy a fijar en el pronóstico del diario para ver si tengo la suerte infinita de que mañana llueva y me vea relevado de la obligación contraída estúpidamente de ir a navegar a tempranas horas de la mañana, para poder usar el fin de semana para lo que lo hizo nuestro señor, que es dormir quince horas por día, y me encuentro con que va a estar más espléndido que nunca.
Y encima no tengo ropa de navegación (osea algún pantalón no jean y alguna remera no deshecha).

Ok, ya está.

El inlovismo se me pasó ya, dando lugar a una felicidad muchísimo más completa, ya que no involucra noches de insomnio pensando en ella ni asociaciones automáticas de ella con todo lo que leo y/o escucho.
Esto se lo debo agradecer a mi trabajo.
Y la felicidad completa también.
I´ve still got the string,
I´m in love with my life.

Yo se que esto termina mal y pronto, pero...

I've got the world on a string,
sitting on a rainbow,
Got that string around my finger
What a world, what a life,
I'm in love

I've got a song that I sing,
I can make the rain go,
Anytime I move my finger,
lucky me, can't you see?
I'm in love

Life's a beautyful thing,
as long as I hold that string,
I'd be a silly so and so,
if I should ever let you go

I've got the world on a string,
sitting on a rainbow,
Got that string around my finger,
what a world, what a life,
I'm in love

¿Qué se hace?

No hay que volver a los lugares donde uno ha sido feliz, eso lo tengo clarísimo.
¿Pero y si vuelven solos?
¿Y si en realidad uno no fue tan feliz y trata de serlo esta vez luego de un tiempo prudencial?
¿Qué se hace? ¿Eh? ¿Qué?

Hippismo nocturno

El viernes a la noche, mientras volvía a palermo y desde belgrano a bordo de un taxi bastante roto conducido por un señor bastante roto, me vi por la ventanilla algunas cosas:
En la Av. Santa Fe, justo luego de Pte. Pacífico, había un señor haciendo un fogón en la vereda. El caballero avivaba las llamas como si planeara prepararse una rica entraña ahumada al caño de escape para desayunar.
A unos metros del señor presumiblemente hambriento y ciertamente original, había unos guardias urbanos haciéndole un control de alcoholemia a una chica rubia y con un auto muy caro, que estaba visiblemente (aun desde un taxi en movimiento) con un pedo para veinte. Lo que me llamó la atención es la concentración que ponía la G. U. en su procedimiento inconstitucional, que les impedía notar que a esacasos metros un señor estaba haciendo un fogón en la vía pública. O, si lo notaron, les pareció totalmente normal, lo que me llama la atención más aún.
Finalmente, por al lado del señor del fogón pasaba uno de esos soldaditos todos decorados de dorado, rojo y azul que salen de uno de los regimientos que hay por ahí y que parecen sacados de una época en que ser militar no era un chiste de mal gusto. Este muchacho estaba tan bien entrenado que ni siquiera miró para el costado al pasar por al lado del señor del fogón, que ya se disponía a cantar "El Oso" mientras rasgaba una guitarra.
En resumen, a las 4 am en Santa Fe, mientras yo siento una cierta afinidad por todos los que me cruzo, los que me cruzo sienten una profunda indiferencia por todos los demás.