Ni ganas

Como ya sabrán los lectores asiduos y memoriosos -osea nadie-, cumplo años el 30 de abril, pero esta vez no tengo ni ganas de festejarlo. O a lo mejor no tengo con quién. En todo caso, tengo que estudiar. Un asco.

Colectivero Amoroso

Hoy me tomé el 17 para ir de Retiro a Recoleta y me encontré con una situación bien extraña. Endipronto, en Juncal y Libertad, el colectivero anuncia: "¿Quién iba a Juncal y Talcahuano?... Se tiene que bajar acá y seguir una cuadra, porque yo acá doblo". No me había recuperado de mi sorpresa cuando llegamos a Quintana y Callao y el colectivero nuevamente se dirige al pasaje: "¿Quién va al Village? Tienen que bajar acá y seguir por ésta dos más y una a la izquierda". Cuando la gente le decía "Gracias" el ponía su tono más bonachón y contestaba "Noooo.... de nada!!", como si realmente fuera lo más normal del mundo que un colectivero se porte así.
Miré hacia adelante y lamenté no tener celular con camarita, porque desde mi asiento se veía justo en el espejo retrovisor el juvenil y engorrado rostro del colectivero más amoroso del mundo, que no solo recordaba a dónde iba cada uno de sus pasajeros, sino que les indicaba cómo llegar desde el punto más cercano del recorrido hasta su destino.

Factor R

Esta mañana me fui a desayunar con mi jefe y la tía Sofía (que no es tía de nadie), para después ir caminando por el parque hasta la facultad de Droit. Si bien hoy salió el sol, que nadie recordaba cómo era, yo no lo sentía en el rostro con suficiente fuerza, cosa que le comenté a la tía Sofía (que no es tía de nadie), a lo cual ella me respondió: "Y eso que estamos en un mes con R".
Parece que, según un saber popular que vaya a saber de dónde sacó esta buena mujer, en los meses con R el sol quema, y en los meses sin R el sol no quema. Esto funciona nada más que para esta zona geográfica.

Dilema

Me ofrecieron un trabajo igualmente mal remunerado (creo), muchísimo más exigente y menos divertido, pero con un futuro muchísimo más prometedor.

¿Y ahora?

PD: ¿No es increible que alguien crea que yo puedo llegar a hacer algo útil?

Dato Curioso

Soñé con el pirata fantasma Le Chuck.

¿Por qué no te sentás vos en esta, forra?

Viajando en colectivo, al desocuparse un asiento, una señorita más o menos de mi edad me preguntó: ¿Se sienta?
Pelotuda.

Publicidad Extraña

El otro día vi una publicidad muy extraña en la parte posterior de un colectivo. Era de productos para baños Valot.
Tenía una frase que rezaba más o menos esto (no pude escribirla porque yo mismo estaba en otro colectivo, parado, sacudiéndome):

"Los mejores momentos de tu vida pasan en el baño"

No entendí si se referían a una agotadora sesión de sexo en la ducha -lo que sería raro, porque Valot vende productos para baños públicos- o a una cagada realmente épica, de esas que te hacen sentir orgulloso, o acaso a un oportuno aborto espontáneo cuando no tenías ninguna gana de quedar en estado. De todas maneras, es sinceramente raro. Los mejores momentos de mi vida no se donde ocurren, pero, sin lugar a dudas, no es el baño el lugar que elegiría. Por más que mis entrañas funcionan muy bien por ahora, no diría que esos son los "mejores" momentos. Son momentos buenos, con buenos libros muchas veces, pero no los mejores. A menos que algo esté pasando en los baños públicos de lo que yo no tuve noticias. Siempre soy el último en enterarse de todo.

Otra publicidad que me llamó la atención fue una que escuché en la radio, de Blockbuster, un conocido videoclub acá en Buenos Aires. Decía "Si la película que pedís no está, el alquiler es gratis". Quedé azorado.
¿El alquiler DE QUÉ es gratis? ¿Del departamento? Es bastante lógico que si no tienen la película que pedís no te la van a cobrar. En el supermercado, si no tienen leche, tampoco te la cobran. Es "marketing uno". Bah, que se yo.

Plan Macabro

En la misma línea que el post previo y anterior, estuvimos manteniendo charlas con mis compañeros cuerdos de trabajo y llegamos a la conclusión de que se impone que la secretaria loca y maligna se entere de que hubo una fiesta. Es fundamental, como dije, para que finalmente se termine de morir de odio y no haga más daño al mundo.
Es así como se me ocurrió que lo más lógico sería que alguien le mande un mail a mi jefe felicitandolo por la boda y agradeciendole lo bien que la pasó en la fiesta, o diciendo que se enteró de que hubo una fiesta por su casamiento y que lo felicita, o algo así, de modo que ella, que le revisa los mails, se entere de lo que ocurrió. Pero ninguno de los invitados se prestó a hacerlo, porque todos fueron avisados de que debían mantener silencio.
Entonces recurro al blog, arma de destrucción masiva, para solicitar voluntarios.
¿Quién se copa y le manda un mail a mi jefe felicitándolo por la boda? Harán felices a muchas personas.