Saturday, January 23, 2010

Crónicas, parte II

Día 0 - La Colonia (cont.):
Para finalizar con el tema Colonia, comenté que el hotel donde estoy es una especie de enclave colonial de los 30. Para completar debo decir que tiene un último piso donde se sirve el desayuno y que, con su vista sobre la ciudad, se parece demasiado al hotel de La Havana donde Michael Corleone y Roth cortan una torta con forma de Cuba y se la reparten, dos días antes de la Revolución Cubana (ver "El Padrino II").

Día 1 - Los Bancos Centrales:
Acá el Banco Central cumple las funciones tradicionales, pero además cumple otras que no son propiciar golpes de estado. En lugar de eso, han decidido hacer museos. Por ejemplo, entre el Teatro Nacional y el Hotel Mío, hay una plaza, la Plaza de la Cultura, bajo la cual hay 5 pisos construidos. En dichos 5 pisos bajo tierra hay dos museos, el museo de numismática y el museo del oro. En el museo del oro hay una larga explicación sobre las culturas locales precolombinas y cómo evolucionaron de cazadoras recolectoras a agricultoras, y de tallar la piedra a trabajar la cerámica, luego a trabajar el oro con martillado para luego pasar a trabajar el oro con fundido en moldes negativos y con aleaciones con cobre. La cosa es que en ese interesante edificio bajo tierra hay una enorme colección de artesanías en oro provenientes de la zona antes de la conquista. Y también explican cómo a partir de 1502, cuando el contacto con los españoles (nada menos que con Colón), se acabó la creatividad y se fue todo al carajo. Es todo muy interesante pero puede ser encontrado por internet de modo que no me explayo.
En la noche del día uno me encontré con el ratón y por lo tanto corté el relato. Ahora lo puedo seguir por lo que explicaré a continuación, en el apartado "Día 2 - Con mucho gusto".

Día 2 - Con Mucho Gusto:
Cuando dije que los Ticos (Costarricenses) son antipáticos me refería en parte a la cara de nada con la que reciben lo que uno les dice. Es como si solo estuvieran predispuestos a entender su dialecto salvaje o el inglés, y el castellano estandar les resbala. De hecho te miran bastante mal si les hablás en castellano, es como si uno fuera un turista de segunda. En lugar de decir "de nada", como las personas, dicen "con mucho gusto", pero también usan esa expresión en una variedad amplia de ocasiones, como los italianos con el "prego". O incluso lo dicen por nada, como una expresión aislada. Son gente muy especial.

Tico: "Con mucho gusto."
Ser humano: "Permiso por favor."
Tico: "Con mucho gusto."
Ser humano: "¿Me alcanzaría la sal?"
Tico: "Con mucho gusto."
Ser humano: "Gracias."
Tico: "Con mucho gusto."

En particular, el día 2 por la mañana me acerqué a la recepción del hotel, y mantuve el siguiente diálogo:

Yo: "Estoy en la habitación 330 y tuve un inconveniente bastante grave."
Empleada (impasible): "¿Ah si?"
Yo: "Sí. En mi habitación hay un ratón."
Empleada (impasible): "¿330?"
Yo: "Sí. Me gustaría cambiarme de habitación."
Empleada (impasible): "Con mucho gusto."

Me dio una habitación más grande, más linda, con mejor vista, con mejor todo, pero no movió una pestaña, ni ofreció una explicación, ni una disculpa, ni nada. Es bastante irritante, es un hotel de supuestas cuatro estrellas y había una fucking rata en mi cuarto.
Luego de esto hice una apasionante visita al bosque lluvioso, en la que una especie de teleférico me paseó por los niveles inferior, medio y superior de la selva, con un montón de explicaciones y un montón de cosas interesantes. Pero, una vez más, todo eso está en internet.

Día 3 - Estatismo:
Esta gente a pesar de su amor por ser colonia tiene algunas cosas interesantes en cuanto a su relación con los capitales internacionales. Por la calle se ven casi exclusivamente bancos de capital local (estatales, en su mayoría), y todos los seguros llevan estatizados desde hace 50 años. Es decir que sólo existe una aseguradora, el Instituto Nacional de Seguros. En el edificio del INS hay un museo del jade, igual al museo del oro que tiene el Banco Central, pero en lugar de oro hay jade. Todo lo demás es igual. Pero llama la atención que el Banco Central y el Instituto de Seguros tengan museos en lugar de... no se... no tenerlos. El INS está en un barrio medianamente paquete de San José y por primera vez vi gente no del todo fea y no del todo mal vestida.

Día 4 - Metamorfosis:
Acabo de entender qué era lo que pasaba con la gente. El problema es que ellos tienen una sola manzana donde la gente es linda, en lugar de tenerla suelta por la ciudad. En la mayoría de San José se respira un aire al once bastante desagradable: Tiendas de ropa barata y fea y casas de empeño y de préstamo usurario. Hay mucha inmigración nicaragüense (a pesar de todo este es un país rico para su ubicación geográfica) y todo un barrio está plagado de lugares de envío de remesas a Nicaragua y de restaurantes nicaragüenses.

Hoy estuve en el Museo del Diseño Contemporáneo, que es como palermo pero en un museo. Realmente las ideas que tienen estos ticos son de lo más atractivas desde el diseño sustentable y la gente que va a ese museo es eminentemente local. Incluso las explicaciones están solo en castellano. Los locales que van a ese museo son señoritas que estudian diseño y que visten bien y fuman (acá casi nadie fuma). En el mismo edificio donde funciona ese museo (una vieja fábrica -estatal- de licores, de 1850), está el instituto nacional de teatro y el viceministerio de cultura. Es absolutamente bello y, hasta ahora, el único lugar de la ciudad que me hizo sentir bien. A la salida vi mucha gente linda (para ser de acá) e incluso luego almorzando en la terraza del hotel vi dos rubias hermosas y un matrimonio elegante.

Las rubias hermosas, sin embargo, eran argentinas, y el matrimonio elegante eran Torcuato y Tamara Di tella. Mis esperanzas en esta nación se vuelven a desvanecer.

Wednesday, January 20, 2010

Crónicas de Costa Rica

Día 0 - Lo global:
La vida aeroportuaria parece diseñada por un gobierno totalitario novelero. Esa idea del estar en ninguna parte, o en cualquier parte, porque todos los aeropuertos son iguales, y venden los mismos productos, sumado a la ausencia de tiempo, porque todos son iluminados y los horarios de los vuelos son caprichosos, hacen que uno entre en un estado de no-pensar muy útil para quienes tienen que organizar el movimiento de miles de personas. Yo me presto de mil amores, porque hacía mucho que no dormía y pasé los vuelos ignorando la oferta de películas y juegos y aceptando la de almohaditas y mantas. De todos modos debo decir que las líneas aéreas están poniendose mucho las pilas con las computadoritas para que la gente se divierta en su asiento.
A esta reflexión general debo contraponer una observación particular: Bogotá es distinto. En bogotá es el proceso. En Bogotá los yankis han decidido que todo latinoamericano es peligroso y debe ser amenazado en repetidas oportunidades. En una escala de dos horas vi más milicos y me controlaron papeles y equipajes más veces que en el resto de mi vida. En Bogotá me palparon de armas dos veces, ambas luego de pasar por un detector de metales que no sonó. En Bogotá para pasar al lugar donde están las sillas (te hablo de la zona internacional del aeropuerto, jamás pasé por migraciones ni entré oficialmente a Colombia) tuve que pasar por dos controles de metales y equipajes y papeles y destinos y preguntas. Para sentarme a esperar. Si quería ir al baño (no quise) tenía que salir de la sala, y consecuentemente luego volver a pasar por todo eso.
Esto lo cuento para que tengamos presente lo que es vivir en un estado militarizado. Los milicos eran todos muy amables y correctos, pero están por todos lados. Desde la ventana del avión vi cómo palpaban de armas al empleado del aeropuerto que iba a subir los equipajes a la bodega. Y el tipo trabaja ahí. Aparentemente estaba llegando un vuelo de Medellín, y como están en guerra o algo así estaban peor que nunca. (Esta reflexión ha sido corroborada por un politólogo colombiano).

Día 0 - La Colonia:
En esta sucursal de los EEUU la mayoría de la gente no es simpática, y si lo es se nota mucho que lo hacen por su trabajo. Eso es lo primero que noté. A excepción de un taxista muy amable que me trajo del aeropuerto al hotel. El hotel es el primer hotel importante que se hizo en Costa Rica (en 1930) y que se construyó por un contrato entre el Presidente del país y un empresario hotelero. El contrato salió por ley del congreso. Algo muy Roca-Runciman, según colegí. El mismo está enfrente del Teatro Nacional, una especie de Colón a escala reducida que también se construyó a modo de sometimiento y en 1890. Para los que creen que exagero con eso del sometimiento, en el hall del teatro hay un enorme mural que se llama "Alegoría del café" y representa la explotación del pueblo a manos de capitales internacionales. De modo no crítico, claro. El hotel no ha sido demasiado remodelado desde entonces y presenta una especie de decadencia que un ratón me acaba de confirmar. Me puso un poco nervioso ver un ratón paseando por mi cuarto, la verdad sea dicha. No se si lograré dormir muy bien. Es la primera vez que comparto dormitorio con un roedor (que yo sepa). Pero no se me ocurre qué voy a ganar haciendo escándalo a esta hora de la noche.
En cuanto al tema de la noche, acá teóricamente es 3 horas más temprano que en Buenos Aires, pero amanece tres horas antes y anochece tres horas antes, y la gente hace todo tres horas antes, de modo que es una diferencia horaria meramente nominal. Yo me sigo manejando con horas Bs.As. y tan contento. Excepto por lo del ratón que me tiene histérico desde hace media hora. De hecho, no puedo seguir escribiendo porque no me puedo concentrar en la pantalla. Sigo mañana con el resto de "La Colonia" y "Día 1- Los Bancos Centrales".

Tuesday, January 12, 2010

Todo vuelve, como vos decís.

A los 14 (hace poco más de 10 años) me enamoré de verdad.
Se llamaba VC y era maravillosa. Era la única persona capaz de entender mi discurso.
A los 14 no es fácil encontrar a alguien que haya leído algunos clásicos y que esté dispuesta a seguirte tu berretín intelectual hasta las últimas consecuencias. Lo que sentí por ella no lo volví a sentir por una década. Lo que sufrí cuando eligió a un idiota que estaba bueno por sobre mi amor ingenuo, tampoco.

A los 24 (hace poco más de un año) me enamoré de verdad.
Se llamaba LH y era maravillosa, parecida a VC.
Mismos hobbies, mismo estilo intelectual, mismo tipo de cuerpo. En realidad, siempre me gustaron las mujeres parecidas a VC, y ésta no sólo era parecida, la superaba en varios aspectos.

Hace tres días decidí no ver a LH nunca más, porque me hace sufrir como no sufría desde hace una década. Lo que lloré estos días solamente lo había llorado en la época de VC.

En este momento, a las cuatro menos cuarto de la mañana, momento en el que leo un mail de LH donde me dice con claridad que debo olvidarme de ella, no estoy tan triste como sería de esperar. De hecho, estoy bastante optimista.

Y esto tiene explicación: estoy esperando que llegue a mi casa VC. La única mujer que puede hacerme olvidar de LH, y además tiene ganas de hacerlo a las cuatro menos cuarto de la mañana de un miércoles cualquiera.

Después de una década de olvido, todo vuelve, como vos decís.

Sunday, January 10, 2010

Mi Madre

20/12/2009 - Puerta del teatro donde acabo de hacer mi muestra. Estoy exultante porque todo salió bien.

Madre: "Ahora entiendo cuando decías que era difícil tu personaje y que había cosas que no sabías resolver. Se notó".
Prima presente casualmente: "Lo que quiere decir es que está orgullosa de vos".

7/1/2009 - Casa de mi madre, yo buscando una receta para agasajar a una señorita de la que estoy enamorado y que nunca más voy a ver.

Madre: "Sí, esa receta es muy buena. Pero no te va a salir".

8/1/2009 - Horas para la cena en que debo agasajar a la señorita por última vez.

Yo: "Voy a preparar salmón a la plancha con zanahorias caramelizadas y una ensalada de berro y brotes de arvejas"
Madre: "No te compliques, el berro tiene hoja muy chica".

10/1/2009 - Visita de 10 minutos a lo de mis padres, al borde del llanto.

Madre: "¿Y? ¿Cómo te fue?"
Yo: "Todo salió como lo planeé, pero nunca pensé que iba a ser tan difícil, estoy muy mal".
Madre: "Ahh..." (Sigue mirando el programa de Narda).

Thursday, January 07, 2010

Pequeño update

Por cierto, desde mi post de julio de 2008 hasta la fecha, y por si a alguien le interesa la continuidad en los hechos de mi vida, y se olvidó que le interesaba, pasaron más o menos estas cosas.
En la oficina a la que acababa de llegar, duré 5 meses muy satisfactorios, y me fui a un trabajo donde pagaban el doble el 1º de diciembre de 2009. A los 20 días me pasaron a una oficina bastante clave, para bronca de todos los demás, a las órdenes de la mujer más brillante que conocí en mi vida. La mujer brillante se fue en octubre a vivir al sur y la oficina quedó a mi cargo. Mi trabajo me hace muy feliz.
Gracias al modestísimo progreso económico que conseguí, me vine a vivir a San Telmo al departamento más hermoso del mundo, el 21 de junio de 2009. El 20 me dejó mi novia de entonces, de las que les contaré en algún momento, o no. Mi mudanza fue, entonces, libre de casi toda carga.
La decoración de mi departamento (es enorme) me está llevando mucho tiempo y como le dedico mucho otro tiempo a mi laburo y mucho otro tiempo al teatro, se me complica bastante barrer una vez por mes o así, de modo que lo hago nada más cuando tengo visitas femeninas con clara intención de atraque.
Mi vida amorosa durante el último trimestre de 2009 fue tumultuosa y llena de satisfacciones, pero me cansé un poco de tanta vuelta y quisiera un período de paz. Por cierto, ese período de paz no va a llegar porque lo quiero con una persona en particular que no quiere un período de paz conmigo.
Probablemente en 2010 vuelva a ser un looser total que no la pone nunca, pero quién me quita lo bailado.
No puedo dar demasiados detalles de nada porque cometí el error de tener un facebook con este nombre y ahora el blog está al alcance de mis conocidos.

Gracias Caro

¿Alguna vez los mandaron a la concha de la lora? Pero no en chiste o en un momento de enojo. A la reconcha bien de sus madres, de modo definitivo y sereno, como una puerta que se cierra para siempre de modo hermético, suavemente, con un *clack* seco y final.
Decía, no por enojo, ni por cansancio ni por mal humor. Hablo de cuando ya no quedan más cartuchos por quemar. Hablo de cuando agotaron tanto la paciencia de alguien, cuando tiraron tanto de la soga, cuando hicieron tanto daño que la otra persona simplemente no quiere más, no puede más, no soporta más, y sabe que nunca más va a querer más.
Cuando una persona sigue sin saber lo que quiere (obvio) pero entiende de modo contundente, rotundo, sin lugar a dudas que lo que no quiere es saber más nada de vos, nunca más, por nada del mundo. Que prefiere salir a tomar mate a costanera sur con los tíos por el resto de sus días antes que ir con vos a comprar cigarrillos a la esquina.
Bueno, si les pasó eso, por favor cuéntenme cómo se sintieron. Yo no recuerdo que me haya pasado, a lo mejor sí y lo olvidé. El tema es que a una persona de mi entorno le está por pasar eso, y realmente no se lo espera. Y quiero saber cómo exactamente se va a sentir cuando le diga despacito, con todas las letras, sin mover las manos, "Andate a la concha de la lora".