Tuesday, March 16, 2010

El problema del deadline

Soy un despojo físico y moral. A lo mejor si me pego un tiro me deja de doler la cabeza o me dejan de apretar las cosas que tengo que hacer y no hago.

Pero claro, si me pego un tiro voy a tener que dejar algunas cartas de despedida, como suele hacerse para deslindar responsabilidades y direccionar la culpa al destinatario del suicidio. Y, claro, siendo un trabajo a publicarse de modo póstumo, es importante que no deje nada por decir y que no tenga fallas estilísticas o de contenido, ya que no podré corregir lo errado una vez fiambre. El problema para el suicida puntilloso siempre son las cartas.

He conseguido la carta que dejó Favaloro al pegarse un tiro, con la idea de copiar y pegar, y ahorrarme un trámite, pero realmente no me gusta su estilo: "Queda terminantemente prohibido realizar ceremonias religiosas o civiles. Un abrazo a todos, René Favaloro." ¿A vos te parece que uno puede matarse y dejar cosas "terminantemente prohibidas"? ¿A vos te parece que uno puede terminar su final saludo a familia y amigos, a la sociedad toda, con la frase "un abrazo a todos"? Realmente, sin quitarle méritos por el tema de la medicina que parece que se le daba bien, indigna la mala prosa de este señor. Es imposible que la carta de suicidio de otro me sirva a mí, cada uno tiene algo propio que decir.

Supongamos que yo, hoy, me pongo a escribir mi carta de despedida con la firme intención de terminarla y matarme. Como me conozco, al terminarla dejaré pasar un par de horas para luego revisarla. La corregiré, mejoraré su estilo, eliminaré sus adjetivos sobrantes y sus advervios terminados en "mente", y a continuación la dejaré reposar. Al volverla a revisar descubriré que he dicho algo de más, o que no he dicho algo que debía decir y había olvidado. Y así eternamente.
Es sabido que cualquier trabajo se termina simplemente porque hay una fecha límite, si no, no se terminaría jamás.

Si hoy, a mis 25 años, me pongo a planear mi suicidio, probablemente moriré de viejo. De modo que mi situación, realmente, no tiene salida.

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