Look at the bright side II

Que te salga bien una cosa es aceptable y te puede alegrar una mañana, especialmente si la mañana sucede a una noche en vela y una tarde de sueño.
Que te salga bien gracias a que hiciste las cosas bien, es gratificante y te puede alegrar, digamos, la tarde también.
Pero que te salga bien a pesar de que te mandaste todas las cagadas, que pensaste que habías perdido plata, que te sentías el más pelotudo, etc, te hace sentir una especie de orgasmo múltiple masculino - en el cual creemos firmemente y seguimos trabajando en nuestro tratado al respecto.

En otro orden de cosas:

Estoy en el punto justo, exacto, puro, en el que toda la decadencia y la amargura de vivir dan paso instantaneamente a una escalada de buenas noticias, buena predisposición y encantamiento ante las maravillas de la vida. Espero que como contrapartida a eso, las personas, que en su totalidad habían decidido tratarme mal el día martes, hayan trocado a la misma buena predisposición que tengo yo hacia la vida.

La verdad que venía en esos dias de depresión apática, en los cuales nada me importa demasiado pero en el fondo todo el tiempo pasan cosas que me ponen cada vez peor. Es un estado de ánimo, pero, confesemoslo, a veces el exterior aporta lo suyo. Las cagadas que me acontecieron el viernes (ya, por culpa propia, pero no por dolo), sumadas a que me agarré la gripe del siglo que me duró hasta hace media hora, sumado a que la gente decidió odiarme -sobre esto tengo un ejemplo increible: mi primo Mariano, que es la persona mas buena del mundo, me llamó el martes para putearme mientras lloraba- sumado a que yo tenía el modo todo-es-gris on resultaron en este cóctel. Cóctel que, por otra parte, suele ser bebido por mi con avidez de manera cíclica. Cada tanto caigo en *esos días*, como buena señorita que debería ser (otro tratado que debería publicar es sobre el ciclo menstrual masculino, que cada mes se me presenta con más claridad, aunque debería contar los períodos intermedios). En fin, no es un post muy coherente pero quería compartir mi alegría. Nada más. Gracias.