Wednesday, December 14, 2011

Plan Estratégico Agroalimentario

Para 2020 el Estado se propone que el país produzca 160 millones de toneladas de granos anuales. A tal fin, se estima que la producción de Trigo debería crecer alrededor del 200%, mientras que la producción de soja apenas un 32%.

Por otra parte, pero en el mismo sentido, el lunes me comí unas milanesas de soja vencidas en noviembre y que se encontraban en mi freezer desde la época de las cavernas. Me dolió un poquito la panza, pero creo que esto obedeció más a mi modo apurado de comer tirado de cualquier manera en la cama y frente a la tele que al estatus organoléptico y bromatológico de las milanesas. Y es que mal pueden arruinarse unas milanesas que estuvieron escondidas en el fondo de mi freezer durante meses sin que jamás se cortara su cadena de frío. Es ridículo pensar que un mes más o un mes menos en esa caverna oscura puede cambiar algo, ¿No encontraron un mamut en estado comestible en la Antártida hace pocos años? Y seguro que lo habían fabricado antes que mis milangas.

Cuestión que nada, un asco, voy a ser un gordo horrible toda la vida si no se ponen un poco las pilas con comida que esté buenísima y contenga cero calorías. Pero no me cayeron mal, eso sí. 


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Tuesday, December 06, 2011

Amigo de un famoso

Para los que sabemos que hacerse famoso, y más aun famoso por algo bueno, es demasiado trabajo para nuestra naturaleza de gordo pajero, pero que igual nos gusta que nos inviten a eventos en casa de gobierno, porque sentimos que somos especiales aunque nunca lo logremos demostrar al mundo, nos queda el recurso de hacernos amigos de un famoso. Aquí, dos o tres formas de fracasar en ello:

Hacerse amigo de alguien y que ese alguien se haga famoso luego:
Este fracaso lo conozco por experiencia propia. Uno conoce a alguien y le parece que ese alguien es medio pelotudo. Básico, digamos. Como que uno se sabe mejor. Más culto, más inteligente, más preparado, más talentoso. Sin embargo, y por esas cosas de la vida, pega onda y se emborracha con esa persona, se va de trolas, se pierde en una villa miseria una noche de jueves, y se empieza a formar un vínculo, más bien construido de anécdotas comunes. Hasta, con el tiempo, se le pegan giros lingüísticos de él o ella. Luego esa persona comienza a tomar relevancia en su actividad, y uno lo entra a ver menos, pero cada tanto se junta a comer y la persona le dice "estoy por protagonizar una película", o "te puedo conseguir trabajo en donde vos quieras", o "el otro día, con Mirtha Legrand, estábamos comentando tal o cual evento". Uno, que sabe que el futuro famoso apreciará su sinceridad, le dice que lo que hace está mal, que tiene que actuar de otra manera, le da consejitos paternalistas, porque se pensaba superior cuando lo conoció y es difícil desactivar las dinámicas relacionales. Finalmente, la persona se consagra plenamente, y ahí es donde uno quiere empezar a utilizar las ventajas de ser amigo del famoso, pero descubre que durante el período en que esa persona se iba haciendo famosa, se ha ido rodeando de obsecuentes, de modo que uno quedó relegado a un segundo plano. Entonces, de pronto, para llegar a hablar por teléfono con el famoso tiene que pasar barreras de obsecuentes que le preguntan por qué tema es que quiere hablarle, y uno les tiene que demostrar de alguna manera que uno es amigo del famoso desde antes, que tiene privilegios derivados de la antigüedad. Pero claro, el famoso ya ha olvidado que en una época le atendía el celular, y entonces uno descubre que en el mismo acto en que el famoso se consagró famoso, dejó de ser su amigo. Y, además, uno se lo merece, por no haber sabido ser obsecuente a tiempo. Le queda a uno comentar a los otros no famosos, como al pasar, la vez que se puso en pedo con el famoso, y quedar en la situación de ser ese patético imbécil que cuenta glorias pasadas porque no tiene glorias presentes.

Hacerse amigo de alguien que ya es famoso:
Este fracaso es menos frustrante que el anterior, pero le demuestra más cabalmente a uno la clase de ser abyecto que es. Ocurre que los famosos, además de estar rodeados de obsecuentes, solo hablan de igual a igual con otros famosos. Y para poder ingresar al círculo del famoso, es necesario entrar de la mano de otro famoso del que uno ya sea amigo, porque si no le cerrarán la puerta en la cara. No se si alguna vez conté la anécdota de la modelo internacional que yo había conocido en un casamiento bien, y que había dormido sobre mi hombro para luego no ser violada por mí, lo cual me valió que, por un lado me reprochara la no violación, y por otro me agregara al Facebook. Luego de haberme agregado, y ya consciente de mi real estatus de gusano repugnante, no me había hablado nunca, ni yo a ella, porque soy un gusano repugnante orgulloso (lo cual ya me trajo problemas en la anécdota anterior). Dos años después, ponele, me agrega al FB otra modelo internacional que, obviamente, tenía de amiga a la modelo internacional original, ya que las famosas son todas amigas. Bueno, a lo que iba, el mismísimo día en que me agregó al FB la famosa número dos, la famosa número uno se acordó de mi existencia y me comentó no se que vaciedad en el "muro".
¿Para qué cuento esto? Para apoyar mi tesis de que la única forma de hacerse amigo de un famoso es ser ya amigo de otro famoso con anterioridad, o bien ser famoso uno. Si no, el estatus de gusano repugnante lo impedirá.

Ser un personaje no famoso pero de culto, que los famosos buscan para sus fiestas: 
Si es difícil hacerse famoso por algo bueno, hacerse famoso por algo bueno pero solo entre un selecto grupo de celebridades debe ser de todo punto imposible. Y, encima, está la molestia hipócrita de aparentar que a uno no lo deslumbran los Audis y los departamentos de quinientos metros con bola de espejos en el sauna. Para hacerse amigo de alguien sin que conozca quién es uno realmente, mejor no hacerse amigo y ya.

PS: ¿Por qué hacerse amigo de un famoso? 
Por la sencilla razón de que la pasan mejor y, si uno está cerca, la pasa mejor con ellos que con los amigos que toman colectivo y hacen cola para cosas.

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Tuesday, May 10, 2011

Inundaciones

(Esto lo empecé en febrero, mes de inundaciones todos los santos años, y decidí terminarlo hoy).

Espero que nunca, nunca, logren evitar las inundaciones en Buenos Aires.

No es simplemente que las actuales erosionan al Jefe de Gobierno, y, por lo tanto, hacen felices a las personas de bien. Son un factor identificante de la porteñeidad, nos recuerdan que nuestra ciudad está edificada sobre el mismo tipo de terreno que el D.F., y nos hacen sentir que no todos los días todo es igual.

Un día en que hace 40 grados es original y por lo tanto entretiene. Un día en que hace dos grados bajo cero, tres cuartos de lo mismo. Un día nieva, y es casi como si fuera una fiesta nacional. Un día hay una verdadera fiesta nacional y está todo cortado y pasan carrozas y tiran cuetes, y todos nos ponemos como chicos.

Bueno, con las inundaciones, pues lo mismo. Es una de las tantas maravillas de esta ciudad, que viene siempre para la misma época, como no conseguir taxis en diciembre, y que si bien se la podría tildar de incómoda, hace a la variedad de experiencias que esta ciudad única nos ofrece.

Y a mí, además, me hace acordar a mi abuela que antes de que entubaran el Maldonado iba a pescar ranas a su orilla.

Sobre las maravillas de la porteñidad, los recuerdos de mi abuela, las cosas que me hacen bien y las cosas que me hacen mal, están todos invitados a leer en "Hoy en la Plaza", el blog que acabo de crear y que vamos a ver si funciona. Osea, si yo funciono con él.
 
 

Monday, May 31, 2010

Dos puntos de vista

Como destinatario de tu seducción, debo decir que sos mediocre pero halagan tus intentos. Tanto más a mí, que estaba enamorado de vos.

Como espectador de tu seducción (hacia otro), debo decir que das asco. Tanto más a mí, que estoy enamorado de vos.

Wednesday, April 14, 2010

Estadisticas

La probabilidad de encontrar al amor de tu vida es suficientemente pequeña como para considerarlo imposible. A mí me pasó dos veces.
La probabilidad de que el amor de tu vida te de pelota es francamente ínfima. A mí me pasó una vez.
La probabilidad de que el amor de tu vida quiera lo mismo que vos tiende a uno sobre infinito. Si te pasa avisame.

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Tuesday, March 16, 2010

El problema del deadline

Soy un despojo físico y moral. A lo mejor si me pego un tiro me deja de doler la cabeza o me dejan de apretar las cosas que tengo que hacer y no hago.

Pero claro, si me pego un tiro voy a tener que dejar algunas cartas de despedida, como suele hacerse para deslindar responsabilidades y direccionar la culpa al destinatario del suicidio. Y, claro, siendo un trabajo a publicarse de modo póstumo, es importante que no deje nada por decir y que no tenga fallas estilísticas o de contenido, ya que no podré corregir lo errado una vez fiambre. El problema para el suicida puntilloso siempre son las cartas.

He conseguido la carta que dejó Favaloro al pegarse un tiro, con la idea de copiar y pegar, y ahorrarme un trámite, pero realmente no me gusta su estilo: "Queda terminantemente prohibido realizar ceremonias religiosas o civiles. Un abrazo a todos, René Favaloro." ¿A vos te parece que uno puede matarse y dejar cosas "terminantemente prohibidas"? ¿A vos te parece que uno puede terminar su final saludo a familia y amigos, a la sociedad toda, con la frase "un abrazo a todos"? Realmente, sin quitarle méritos por el tema de la medicina que parece que se le daba bien, indigna la mala prosa de este señor. Es imposible que la carta de suicidio de otro me sirva a mí, cada uno tiene algo propio que decir.

Supongamos que yo, hoy, me pongo a escribir mi carta de despedida con la firme intención de terminarla y matarme. Como me conozco, al terminarla dejaré pasar un par de horas para luego revisarla. La corregiré, mejoraré su estilo, eliminaré sus adjetivos sobrantes y sus advervios terminados en "mente", y a continuación la dejaré reposar. Al volverla a revisar descubriré que he dicho algo de más, o que no he dicho algo que debía decir y había olvidado. Y así eternamente.
Es sabido que cualquier trabajo se termina simplemente porque hay una fecha límite, si no, no se terminaría jamás.

Si hoy, a mis 25 años, me pongo a planear mi suicidio, probablemente moriré de viejo. De modo que mi situación, realmente, no tiene salida.

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Tuesday, February 09, 2010

Historias Reales de un Nueve de Febrero

El día 9 de febrero de 2010 parecía un día normal tirando a caluroso, pero no era.

Yo fui rechazado por L.H. (que le duele algo, como siempre), V.C. (que ya no me necesita porque encontró la paz interior) y K. (que decidió prescindir del sexo conmigo).

K., mientras me lo negaba a mí, se lo solicitaba a su amante. Su amante le decía que no.

R. hoy conoció a un chico. El chico le preguntó "¿Da vernos de nuevo?", y R. contestó "No".

Esteban buscó entre sus chongos habituales, pero todos tenían algo mejor que hacer, y lo patearon para la semana que viene.

El Pintor tenía una cita con alguien que le gusta mucho. Alguien le dijo que mejor hoy no, que se iba a comer con un amigo. El pintor preguntó: "¿No será amante?" Alguien contestó: "Algo de eso hay. Te debo una cena. Chau".

A veces los planetas dan mensajes a modo de perinola: Hoy tocó "Nadie Pone".