Conclusiones

En los últimos días perdí muchas cosas. Los anteojos oscuros, que, como echaba de ver por su estado calamitoso, me acompañaban desde el año 2000; el celular, con una cantidad bastante impresionante de números que nunca más iba a necesitar pero que me daba lástima borrar por ser de mujeres con las que había tenido alguna historia, de parientes de esas mujeres, y, en su mayoría, de mujeres con las que nunca había tenido nada por razones diversas, que son los que más lástima me da perder; y la memoria de la Palm, que se me quedó sin batería un largo tiempo y me borró todo, donde tenía información vital para mi trabajo y, por lo tanto, es lo que menos me angustia.
Como yo soy un homo-posmodernus de florida y multifacética personalidad y principios e ideas bien característicos de una generación a la que ni yo ni nadie pertenece, por ser ésta un crisol de otras tantas, me doy cuenta de que la primera es error, la segunda es mala suerte, y la tercera es manifestación del inconsciente. Es por eso que he llegado a algunas conclusiones que no por básicas me dejan de angustiar y no por ser conclusiones me dejan de proponer más preguntas que respuestas.

1ª: Que hay ALGO que estoy tratando de dejar atrás. Posiblemente, ese algo sea todo.
2ª: Que mi vida como viene siendo hasta ahora, al igual que la grasa de las capitales, no se banca más.
3ª: Que extraño de mi mujer y, en general, de todas las mujeres, las manos delicadas (o simplemente pequeñas) y con uñas sin pintar o pintadas de ese transparente que les da un poco de brillo. Y sí, las uñas tienen que ser cuidadas.
4ª: Que si un análisis es correcto no aporta nada nuevo y por lo tanto no vale nada, y si es incorrecto aporta algo equivocado y por lo tanto no vale nada.
5ª: De público y notorio: Que así lo estima.

Así las cosas, los invito a opinar con total soltura e indiscreción sobre una vida que, estoy seguro, les produce más interés que el gran hermano famosos, y más lástima que el gran hermano famosos.
En cuanto a aquellas de ustedes con las que todavía no tuve un encuentro sexual furtivo (todas), las invito a ponerse en contacto a donde ya saben.

¿Chúcaro?

Cuando el lunes 21 al mediodía me di cuenta de que había perdido mi celular por un momento me sentí desprotegido. Sin embargo, antes de que hubieran pasado diez minutos del instante recién referido, me sentí liberado. Durante el transcurso de la semana, la sensación de libertad ha continuado pero ha ido creciendo el sentimiento de culpa por no haberle avisado a casi nadie que estoy sin celular o, mejor dicho, el número de celular provisorio en el que me pueden encontrar.
Fuera de mis jefes y de mis primos -los de la historia del elefante-, todos los demás me podrían buscar día y noche sin atinar a dar conmigo, excepto que se acordaran el teléfono de mi casa, cosa que, espero, no pase. La sensación de libertad va más por el lado de que no me pueden romper las pelotas mis amigos que por el de que no me pueden romper las pelotas mis empleadores, que fue lo que me alegró originariamente.
Esto implica que soy un hijo de puta, si no estoy muy alejado de la verdad y si mis elucubraciones no me engañan.

Elefante, barriga picante.

En los últimos dos o tres días he recibido alrededor de 15 emails provenientes de cinco personas distintas y en referencia a un tema de mucho interés. Ocurre lo que ocurre cuando cada uno hace un aporte y pone "responder a todos", de modo q cada mail origina 5, y cada uno de esos 5 origina otros 5. Entre esos y los "x has tagged you" estoy que no doy más con el delete. Les cuento la historia a ver que opinan.
Dramatis Personae:

El mono ---> hermano del autor
El profesor Luis ---> primo ficticio del autor
El Dr. apático ---> primo real del autor
El dueño de casa----> primo real del autor
El diseñador ---> amigo del autor y sus primos
Martino---> El autor

El sábado en Bodense surgió una cuestión interesante en el grupo. El Mono Teorizante dice que Temaikén no tiene elefantes porque los elefantes comen mucho. "Si traen un elefante, quiebran", sentenció con la habitual seguridad con la que sostiene posiciones absurdas sobre temas que desconoce. El profesor Luis decidió ir a las fuentes y mandó un mail a Temaikén haciéndose pasar por un profesor que había ido con sus alumnos al parque y trasladándoles la duda, con una serie de mentiras envolviendo todo, que es como hace todo el profesor Luis. El equipo de propaganda permanente de Temaikén (EPPT) le contestó que no tienen un elefante porque privilegian otras cosas en su "colección", como ser especies no habituales en la Argentina.
El autor, en coincidencia con todos los demás, sostiene que la respuesta es una fachada, que en realidad es un motivo meramente económico el que los impulsa a no traer una noble especie como el elefante a un parque que, de por sí, es bastante choto. El diseñador, que es el único que lo conoce, comenta que tienen un hipopótamo, ante lo cual el profesor Luis mandó otro mail, esta vez inventando que uno de sus alumnos había elaborado la teoría de que el elefante no estaba por motivos económicos, y había elaborado una proyección basada en datos oficiales del costo de mantenerlo. A este, todavía, no hemos recibido respuesta, pero el plan es ir incrementando el hostigamiento postal hasta que traigan un elefante o llamen a la policía.
En este orden de cosas, los convoco a una manifestación, cuya fecha todavía no está definida, para EXIGIR que haya elefantes en temaikén o, por lo menos, que reconozcan que no es que el Colobo Blanco y Negro (sic) sea más interesante, sino que es más barato.
Si quieren mandar mails a temaikén consultando por este tema, y se les ocurre una buena pantalla para explicar los motivos, hagan el favor de mandarme copia a mi.

Injusticia favorable

Estoy cursando una materia muy rara, en la que somos cinco alumnos y dos profesoras, una de las cuales se hizo con el control del curso y dejó fuera de sistema a la otra, con lo que en lugar de ir dos veces por semana, ahora hay que ir una sola. De todas maneras yo siempre fui una vez por mes como mucho.
La semana pasada fue el parcial y a la salida me enteré de que ninguno de mis compañeros tenía muy claro qué entraba y qué no entraba, y que los que sabían qué entraba de todas maneras no lo habían estudiado o lo habían puesto mal. Esperabamos cinco unos, que habría sido lo correcto.
Pero ocurrió que la profesora que se hizo con el control del curso y, por lo tanto, tiene la potestad de tomar parciales y poner notas, decidió no evaluarnos por los contenidos preguntados, sino por otras cosas. Así, Nuria tiene 9 porque va siempre y entrega los trabajos, Nahima tiene 4 porque si bien va bastante seguido hizo un parcial como para un 1, y yo, que sabía 3 de los 5 temas, tengo un 6, porque no voy nunca y no entrego los trabajos. Sin embargo, no tengo un 2, que es lo que merezco, porque redacto bien, contesto lo que me preguntan (casi todos contestaron otra cosa distinta, y de todas maneras les fue bien), y con una idea te hago un tratado.
Como una especie de juez demasiado justo, que falla en favor del más bueno y no del que la ley indica, mi profesora evalúa cada examen de acuerdo a lo mejor que tiene su autor.
No reprobó a ninguno.

Mi padre, Thomás y la literatura

Mi padre tiene un surtido inimaginable de giros inesperados. Inesperados, claro, para los demás, porque yo me crié escuchándolos, de modo que asumí su normalidad hasta que, un poco más adulto, empecé a darme cuenta de que la gente normal no hablaba así, sino de un modo harto menos imaginativo.
Sigo descubriendo aun hoy el verdadero origen de determinadas expresiones. Por ejemplo, cuando algo que hacíamos mi hermano o yo -y, por extensión, alguna otra persona- le desagradaba, gritaba "Maloinsema Loproibito", o eso creía yo que decía, y jamás me cuestioné si esa frase tenía un significado. Todo lo contrario, yo ya SABIA su significado: Mi padre estaba disgustado con alguna cosa acaecida. Me di cuenta hace poco que lo que quería decir era "Malo in sé, malo prohibito", es decir las dos concepciones de ilícito en la teoría del derecho: Antiguamente, el ilícito era lo "malo en sí", concepto que fue reemplazado por un menos paternalista "malo prohibido", es decir que algo es ilícito porque está prohibido, más allá de consideraciones morales. El juntaba ambos conceptos para demostrar su desaprobación.
Recién encontré en una parte un poco abandonada de mi biblioteca -tengo más estantes de los necesarios pero menos de los que necesito- un libro que leí hace muchos años de Thomas Moro Simpson llamado "Dios, el Mamboretá y la Mosca - Investigaciones de un hombre curioso". Como el seminario de lógica y filosofía analítica al que asisto cuenta últimamente con la presencia de tan importante personaje de las letras y las ciencias como es Thomás, y me ha caido muy simpático a pesar de su verborragia, me puse a hojear el libro re-encontrado. Y quiso el destino que entre sus páginas me encontrara el origen de otro recurso habitual de mi padre: Cada vez que una persona en la calle maniobraba de modo imprudente y luego resultaba que era una mujer mi padre decía-enfatizaba-cantaba "Tenía que ser mujer". (Todas las frases raras a las que me he referido tienen su propio cantito en el tono de voz, lo que estimuló siempre mi falta de interés en su origen, ya que me parecía que querían decir lo que querían decir más allá de cualquier problema etimológico).
Resulta que uno de los relatos de este compendio de genialidades se llama "Mujeres" y, abordando en realidad el problema del prejuicio irracional vs. creerse racional, hace referencia a un ficto episodio en que todo el pasaje de un colectivo vocifera "Tenía que ser mujer".
Descubrimientos se hacen a diario y, en general, los que hacen a la literario-filosófica deformación del demente de mi padre me resultan interesantísimos.

(Thomas Moro Simpson; Dios, el Mamboretá y la Mosca; La Pléyade, Bs. As., 1973)

Te jodés por choto

Ayer miré el contador y me pareció que el hecho de que cada mes reciba menos visitas tenía que ver con la tendencia a la perecuación de la tasa de ganancia que tan pacientemente me explicó Carlitos en ese libro medio gordo y lleno de polvo.
En cambio ahora que estoy revisando un poquito el pasado del blog me doy cuenta de que tiene que ver con una PALPABLE baja en la calidad del mismo. Mes a mes. Es fantástico.

La última curda

En un tugurio(1) que cuenta con mi ausencia desde hace más o menos un año, la gorda Skavio se iba con un señor de su clase social y me aclaraba y me pedía permiso al mismo tiempo: "Me voy con él porque me tengo que ir, pero te amo a vos. "
La muzza se había ido con su novio luego de una pelea bastante jodida provocada por un servidor y la gorda y yo nos habíamos hermanado en la bronca que nos producía ese imbécil alérgico a los mariscos(2). Los tres nos teníamos un sincero afecto ajeno a los intercambios de fluídos que también compartíamos por motivo de nuestras respectivas soledades más que de reales ganas. Éramos tres personas patéticas en una ciudad llena de promesas pequeñas(3). A mi me hacía sentir menos solo compartir algunas noches con esas dos chicas de orígenes poco prometedores y futuros mucho menos. Sentía una especie de superioridad paternalista ante su procedencia más humilde y una especie de inferioridad paternalista ante su experiencia. No eran gente linda. Yo tampoco, claro, pero siempre me gustó la gente linda. Y sin embargo, cada vez que la vida me hacía una de las suyas tenía, aunque sea, el refugio de esta gente que hacía tiempo que no creía en las boludeces en que yo todavía creo. Todo eso motivaba el sincero afecto que te estoy relatando en estas líneas.
Esas palabras salidas del alcohol y la merca que le había convidado una morocha en el baño fueron las últimas de ese tenor que me dedicaron. En el momento, eran sinceras, tanto de su parte como de la mía, lo cual no quiere decir que al día siguiente lo siguieran siendo, la fugacidad siempre fue parte del trato.
De todas maneras, si es por fugacidad, en este momento siento una ¿fugaz? desesperación que muy bien podría paliar con esas dos personas de cuya vida nada se ya. Lo cual me pasa con toda la gente con la que comparto algo fuerte (4),

(1) Tugurio que luego se puso bastante de moda, hay que reconocer.
(2) Nos parecía indignante que no comiera almeja.
(3) Las promesas grandes ya nos habían desilusionado hacía mucho.

(4) Por otro lado, la gente con la que comparto cosas nada fuertes, nada intensas, está ahí desde tiempo inmemorial y seguirá estando. Ojo, no es que no les tenga sincero afecto, pero no se si más sincero que el que viene con la noche y se va con el día.

Suscripto amorosamente para el espectador curioso por Martino a las seis de la mañana y, una vez más, no estudiando en momentos críticos.

Martino que, por lo demás, está hecho mierda.

Diputado sincero

Por fin alguien que no tiene miedo de decir las cosas como son.
Políticos así quisiera yo para mi patria.

El tano Otto

La docencia es difícil. Es inquietante, llega a desesperar.
Un alumno de mi madre de la UNQui, a propósito de que se le avecinaba el parcial, le mandó un mail más o menos así: "Profe: Se que en la unificación alemana e italiana tuvieron gran relevancia Camilo Benso y Otto Von Bismark, pero me gustaría saber cuál corresponde a cada país."
Lo más gracioso es que de acuerdo a los términos del mail, era evidente que no se trataba de un chiste.

Efecto Mundstock

Cuando vemos en Canal Siete, La Televisión Pública, a Mundstock presentando con voz de locutor de radio tradicional distintas piezas de música lírica -y temas relacionados- nos cagamos de risa no porque esté siendo gracioso, sino porque lo asociamos a cuando usa la misma voz y la misma cara para hacer reír con el absurdo.
Del mismo modo, estoy estudiando de un libro de un autor de nombre Fontanarrosa que, si bien no es el celebrado humorista, me hace reír por el solo hecho de su nombre -tampoco es que me hace reír durante las 800 páginas, no es tan talentoso el tipo-; y también estoy leyendo uno que se la pasa citando a un tal Podetti con las palabras "dice al respecto Podetti...", lo cual me hace reír porque mi hermano, que se ha hecho fanático del blog de Clarín, se la pasa molestándome con "¿Leiste a Podeti hoy?", y haciendo referencias a algo que dice Podeti, a alguna humorada de Podeti, a alguna manifestación ideológica de Podeti, etc. (Por otro lado aclaro que a mi también me gustan todas esas cosas, pero tengo un poquito más de cosas en que pensar como para hablar todo el tiempo de Podeti).
Cuestión que son las seis y media de la mañana y me vuelvo a estudiar para el parcial de hoy (lo hago desde las seis de la tarde de ayer sin mayores interrupciones) para ver si todavía llego, me va bien, y me pongo bien la tapa con lo que me quejaba ayer. Como siempre, por otra parte.

Pequeños problemas irrelevantes:

-No anda la página del poder judicial.
-Ya no llego con el parcial de mañana y muchísimo menos con el de pasado mañana. Si yo fuera UN POQUITO inteligente dejaría uno de los dos para la segunda vuelta. Pero no soy.
-Hoy dormí toda la mañana y gran parte de la tarde para huir de la realidad.
-Cuando me desperté leí una novela.
-No me voy a recibir nunca.

Convivencia

Mi experiencia de convivencia no fue buena, la verdad es esa.
Esta tarde soñé que me enganchaba con una mina que estaba, la verdad sea chicha, muy buena. Claro, es la única manera de que yo me enganche con una mina. Cuestión que yo estaba muy contento con la piba, y hasta mi vecina de al lado me la elogió en términos un poco confusos pero claramente elogiosos.
Pero quiso el destino que fuera una mina a la que le costaba irse. Ya me pasó con Herbal eso de que no se fuera nunca de mi casa y empecé a recordar ese episodio y ya no me gustó tanto la morocha. Estaba yo pensando en la tranquilidad que me esperaba cuando se decidiera a irse y a dejar de molestar cuando ví con horror que en mi biblioteca había nuevos libros. Odio que no me quede lugar en la biblioteca, fue un problema en mi casa desde que yo era así de chiquito y todavía lo es, cada vez más, obviamente. No importa cuán grande sea una nueva biblioteca, se llena al minuto de haber entrado en servicio. Le pregunté y sí, eran sus libros. Me irrité bastante, pero no tanto como cuando encontré sus zapatillas en mi placard, en el que no entran ya ni las mías (que están por el piso en gran cantidad porque, coqueto como soy, tengo varios calzados disponibles de acuerdo a la hora y la actividad que me esperan, así como la ropa con la que voy a salir).
La verdad que no me acuerdo si la maté antes de despertarme, pero como experiencia no fue grata.

Optimismo

De nuestro corresponsal en Londres:
Pese al duro revés en los comicios regionales, Blair dice que los resultados "son mejores de lo esperado"
Los conservadores ganaron en Escocia, donde siempre tuvo hegemonía el Laborismo. Además, el partido oficial perdió importantes bancas en Inglaterra y Gales, aunque mantiene cierto poder. "Todos decían que nos iban a aplastar, que iba a ser una derrota demoledora, pero no fue así", dijo el primer ministro.

Manifestación Extraña

Esta tarde, en la puerta de la Casa de Mexico, que, by the way, se encontraba cerrada, había reunido un grupo de personas -no más de 15- con bombos ruidosos (los hacían sonar esas mismas personas) y máscaras blancas tipo de película de terror, con pancartas y un cartel enorme que decía "Los mexicanos somos derechos y humanos". Le quise sacar una foto con una cámara digital medio descartable que me regaló mi hermano pero como no la se manejar bien y la cámara es una mierda no pude.

Final de fiesta

Es oficial, tengo 22 años nuevamente -la primera vez los cumplí el 31 de octubre-. Tengo que soportar el peso de un pasado lleno de penas sin haber visto la recompensa de un presente lleno de alegrías. Y es como debe ser, por otro lado. Los de telefé estarán muy decepcionados pero a mí me parece muy positivo que no vendan la mentira del destino feliz para el camino dificil.
Por otra parte, tengo un problema de vagancia congénito. Me tengo que comprar una cama más incómoda. Tengo tres parciales coming up y no puedo ni abrir los libros. De hecho, para uno de ellos todavía no tengo el libro.
El problema es que nunca necesité dejar de ser vago, por eso cada año me cuesta más estudiar. Cada vez que tengo un parcial dejo todo para último momento y al final todo me sale bien. Mi suerte es mi maldición.
Finalmente, el problema que tengo es que cuando termine los exámenes no voy a tener nada por qué vivir. Es una cagada eso. Mi vida es un valle desértico. Es como esa ruta que hay yendo para el sur. Que es muy linda, osea que ni siquiera. Y tiene un pueblo en el medio, mi vida no.
Le decía recién a Annette, la señora de Obras Sanitarias, que lo que quiero hacer es estar en una fiesta que nunca termine y en la que haya una serie específica de personas que le explicité a ella. Pero en realidad no se si es tan así. Lo que odio de las fiestas es que terminan. Y desde que me levanté el primero de enero con la resaca y el mal humor de una larga fiesta de un mes que llegaba a su fin, tengo la misma sensación de desasosiego. Será que la depresión dura seis o siete veces lo que duró la fiesta. Vamos por el més 5. Para que vayamos calculando.