Pobre señora...
Como de todo se puede extraer algo bueno, he extraído algo bueno de la publicidad nefasta a la que hice referencia en mi último post.
Cada vez que mi madre intenta imponer sus cánones morales a mi vida o a la de mi hermano con algún comentario típico de señora rompe-pelotas, le pregunto:
"¿Cómo mamá sentís que tenés que poner orden?"
Y nos reímos mucho con mi hermano Esu.
Y obviamente, ante semejante desestimación, es mucho más fácil no darle bola.
Cada vez que mi madre intenta imponer sus cánones morales a mi vida o a la de mi hermano con algún comentario típico de señora rompe-pelotas, le pregunto:
"¿Cómo mamá sentís que tenés que poner orden?"
Y nos reímos mucho con mi hermano Esu.
Y obviamente, ante semejante desestimación, es mucho más fácil no darle bola.
3 Comments:
Siempre es más fácil desestimar a una madre, es hasta cierto punto necesario para poder despegarse. Todos lo hacemos.
Sin embargo... habría que llevarla a ver que no es necesario "imponer ordenes", sino simplemente lograr un "común acuerdo". Habría que lograr que una madre de hijos adultos-jóvenes ser percate que ya no tiene mas peques, sino personas con las que tiene que tratar cotidianamente desde una postura de par. Es dificil esa tarea.
Ella solo dice lo que le parece. No es autoritaria, es rompebolas.
Te re entiendo Mart, voa usar la misma frase. :(
Igual la mía yastá inmunizada ante cuanto insulto le digas. Y ahora que mi viejo se fué a derrapar a Boston, me tiene a mí de víctima.
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