Primero que nada, como dije en los comments, anduve con temitas familiares. Más precisamente una muerte cercana, trágica e inesperada. Más cercana, más trágica y más inesperada que aquella que motivó un post allá por septiembre (el seis creo o por ahí), con lo cual lo dicho entonces vale para esta también, y es todo lo que tengo que decir al respecto.
Segundo, ya les hablé de esa chica Herbal (a la que llamamos Herbal aquí, no se llama Herbal, aunque le pega cerca). Bueno el sabado cumplió años Herbal. El año pasado, el día que cumplió años Herbal me enteré de algunas cosas desagradables acerca de ella que me produjeron una cristalización inmediata del rechazo que venía cultivando en mi seno. Por otra parte, conocí a la chica que dobla semáforos y con la cual tuve una tórrida idealización mutua hasta-que-un-accidente-le-voló-medio-cerebro-y-ahora-está-hecha-una-estupida-justo-ayer-hablé. En fin, retornando al punto, parece que Herbal tiene un trauma con sus cumpleaños, porque suele ir poca gente, aunque el año pasado estuvo popular. Este año, me llamó mi muzza aspiradora para que vaya porque Herbal le dijo que me diga que vaya a la plaza serrano a las doce y no se que y no se cuanto. Pero claro, yo estaba en lo de mis primos jodiendo con la camarita (me tenés que ver por camarita no sa-bés lo lindo que salgo) y no tenía, de todas maneras, el menor interés en ver a la cumplesañera ni ese día ni nunca, mucho menos ahora que está destruida. Muzza dice que fue como ver a un pájaro con las alas rotas, pero en mi humilde opinión es como ver a una paloma que hace seis días se está pudriendo al sol luego de ser pisada por un camión de basura: ya ni pena te dá, solo la esquivás. No es cuestión de afanes revanchistas, sinceramente no le guardo ningún rencor (bueno, uno muy chiquito) pero ni siquiera me puse contento al saber que estaban ella, su novio actual (que no terminó primer año y es un desastre, me acota Muzza), Muzza con una amiga (¿amiga nada más?) que ni la conocía a Herbal, y un amigo de la primaria (me pregunto cuál). Ni tampoco me produjo más que un poco de indiferencia morbosa saber que estuvo toda la noche puteando a Muzza por tener cara de orto -como para no-. Osea, loco, media pila, es diciembre, la gente a la que trataste como mierda todo el año no te va a ir a poner la vela para que la soples, es como se da la vida. Yo no doy cátedra, mi cumpleaños tuvo de invitado especial a un salamín, ya habrán visto las fotos, pero no pretendas ser una mierda asocial todo el año y que en tu cumpleaños la gente se agrupe en manifestaciones a ensalsar (saluditos para Luqui) tu ego enfermizo. Y todo esto lo cuento NO PORQUE ME IMPORTE sino para que ustedes se pongan contentos de que hay una cierta justicia poética.
Tercero, eso de decir que hay justicia poética es una falasia de falsa causa, las favoritas de Cristoria. Que el metal se dilate cuando pasa un dirigible por encima no quiere decir que haya una relación entre ambos hechos más que la simultaneidad temporal. Con lo que quiero decir que el hecho de que esta mina se quede sola como un hongo no obedece a la justicia poética sino a las más lógicas causas humanas. Si no te tratás con la gente, la gente no va a tu cumpleaños. Simple como eso, ni más ni menos. Ahora la pregunta está en el tema de si la justicia poética tiene que ser la causa de un hecho poéticamente justo para que se pueda decir que hay justicia poética o simplemente con que lo que ocurre sea poéticamente justo alcanza. Y creo que lo segundo, porque la justicia poética no creo que haya sido causa de nada. Pasa que hay tantas injusticias poéticas que hablar de justicia poética para este caso es un poco burlarse del concepto. No sé, decime vos, te la dejo picando.
Cuarto, hice el trabajo ese sobre Hegel. Bah, le mandé 800 palabras. Cuando agarrás un texto manifiestamente ridículo y sin sentido, no dan ganas de hacer un trabajo sobre eso. Cito un párrafo de mi trabajo:
"Hegel desarrolla este concepto en su ambicioso y controvertido libro “La fenomenología del espíritu”. Se trata de una obra a la cual aun los partidarios de este filósofo denominan “extraña, oscura y enigmática”, cualidades que difícilmente se adecuen al propósito general de las obras filosóficas, que es aclarar, y no oscurecer. Los detractores simplemente la consideran una obra sin valor alguno, con lo cual este informe está escrito basado en los textos de los primeros, aunque los fundamentos de los segundos me resultan, personalmente, más convincentes. "
Como se ve, estoy RE ENOJADO con estos chantunes. Y no me vengan ustedes dos, que ya saben quienes son, a discutir la relevancia de este Swedenborg exitoso en la filosofía moderna porque no-la-tiene.
Quinto: Ya tienen para leer un rato. Bueno, a esta altura, ya no.